En un reportaje exclusivo con DIARIO POPULAR, el entrenador cuenta cómo hizo para recuperar las sonrisas en el Rojo. Destacó el esfuerzo de sus jugadores y aclaró: “Entender que el trabajo es el camino que facilita las cosas”. /"DIARIO POPULAR".
Con un bolso descansado sobre el hombro, una carpeta en la mano y el aire de serenidad que siempre lo acompañó, Omar De Felippe asumió como director técnico de Independiente en el peor momento de la historia del club de Avellaneda.
Ya había estado por esas latitudes hace algunos años, cuando como ayudante de Falcioni, tiraba sus primeros palotes como entrenador. Ahora, en cambio, la exigencia era totalmente diferente: el equipo descendido a la B Nacional, de rodillas como consecuencia de una larga crisis económica e institucional, y tan lejos del inmediato ascenso que todos reclamaban enardecidos, que con apenas dos puntos en cuatro fechas se ubicaba en zona de descenso a la B Metropolitana.
Los primero que dijo fue: "Esto no va a ser mágico". Confiaba en recuperar el rendimiento de un plantel que, entendía, tenía jerarquía, pero creyó indispensable bajar la carga de ansiedad que se había adueñado de Independiente en lo últimos tiempos. Y ese elemento fue crucial para lograr una mejoría lenta, pero sin pausa, hasta llegar a fin de año con el equipo en posición de ascenso, producto de una racha de nueve partidos sin perder, una sola derrota y diez victorias en 17 partidos disputados.
De esta primera etapa y de lo que vendrá, charlamos con el entrenador rojo en una extensa entrevista en la que expuso todas sus sensaciones como acostumbra: sin eufemismos ni rodeos.
- Diario Popular: ¿Cuál es el balance de esta primera rueda que pintaba tan difícil?
- Omar De Felippe: Sigue siendo difícil. Fue muy duro. Lo que los chicos han logrado hasta ahora no te lo regala nadie. Hay que prepararse porque lo que falta será bastante complicado.
- DP: La gente está muy conforme, incluso muchos se preguntan qué hubiera pasado si De Felippe llegaba antes del descenso...
- ODF: No, no. Siempre digo que el fútbol tiene momentos. Nos tocó llegar en uno muy complicado y, lo bueno, fue que entre todos pudimos ir saliendo, laburando, mirándonos a la cara y trabajando partido a partido. Todos los partidos se preparan para dar lo mejor e insisto, lo que viene va a ser más duro. Hay que prepararse mejor para afrontar la segunda parte.
- DP: Tras el debut ante Independiente Rivadavia ¿pensaste que todo iba a costar mucho más?
- ODF: No fue bueno, sabíamos que no estábamos bien. Necesitábamos tiempo parta laburar. Una de las cosas buenas que tuvimos y tenemos es que los pibes se brindan de una manera espectacular. Cuando todos hacemos lo mismo y nos entregamos por hacer lo que nos corresponde, los resultados, más tarde o más temprano, llegan. Entender que el camino es el trabajo facilita las cosas. Por eso, cuando uno llega a un club, pide un tiempo y espera que se den los resultados; a veces trabajás bien pero si te toca perder no se valora lo bueno que hacés. Esta vez se dio que empezamos a sumar y entonces todo se reconoce más.
Con un bolso descansado sobre el hombro, una carpeta en la mano y el aire de serenidad que siempre lo acompañó, Omar De Felippe asumió como director técnico de Independiente en el peor momento de la historia del club de Avellaneda.
Ya había estado por esas latitudes hace algunos años, cuando como ayudante de Falcioni, tiraba sus primeros palotes como entrenador. Ahora, en cambio, la exigencia era totalmente diferente: el equipo descendido a la B Nacional, de rodillas como consecuencia de una larga crisis económica e institucional, y tan lejos del inmediato ascenso que todos reclamaban enardecidos, que con apenas dos puntos en cuatro fechas se ubicaba en zona de descenso a la B Metropolitana.
Los primero que dijo fue: "Esto no va a ser mágico". Confiaba en recuperar el rendimiento de un plantel que, entendía, tenía jerarquía, pero creyó indispensable bajar la carga de ansiedad que se había adueñado de Independiente en lo últimos tiempos. Y ese elemento fue crucial para lograr una mejoría lenta, pero sin pausa, hasta llegar a fin de año con el equipo en posición de ascenso, producto de una racha de nueve partidos sin perder, una sola derrota y diez victorias en 17 partidos disputados.
De esta primera etapa y de lo que vendrá, charlamos con el entrenador rojo en una extensa entrevista en la que expuso todas sus sensaciones como acostumbra: sin eufemismos ni rodeos.
- Diario Popular: ¿Cuál es el balance de esta primera rueda que pintaba tan difícil?
- Omar De Felippe: Sigue siendo difícil. Fue muy duro. Lo que los chicos han logrado hasta ahora no te lo regala nadie. Hay que prepararse porque lo que falta será bastante complicado.
- DP: La gente está muy conforme, incluso muchos se preguntan qué hubiera pasado si De Felippe llegaba antes del descenso...
- ODF: No, no. Siempre digo que el fútbol tiene momentos. Nos tocó llegar en uno muy complicado y, lo bueno, fue que entre todos pudimos ir saliendo, laburando, mirándonos a la cara y trabajando partido a partido. Todos los partidos se preparan para dar lo mejor e insisto, lo que viene va a ser más duro. Hay que prepararse mejor para afrontar la segunda parte.
- DP: Tras el debut ante Independiente Rivadavia ¿pensaste que todo iba a costar mucho más?
- ODF: No fue bueno, sabíamos que no estábamos bien. Necesitábamos tiempo parta laburar. Una de las cosas buenas que tuvimos y tenemos es que los pibes se brindan de una manera espectacular. Cuando todos hacemos lo mismo y nos entregamos por hacer lo que nos corresponde, los resultados, más tarde o más temprano, llegan. Entender que el camino es el trabajo facilita las cosas. Por eso, cuando uno llega a un club, pide un tiempo y espera que se den los resultados; a veces trabajás bien pero si te toca perder no se valora lo bueno que hacés. Esta vez se dio que empezamos a sumar y entonces todo se reconoce más.
- DP: ¿A quién hay que convencer primero, a los pibes o a los referentes?
- ODF: En realidad uno trata de volcar lo que piensa de acuerdo a los jugadores que tiene y, a partir de ahí, se empieza a trabajar en lo grupal. Entonces aparecen las reacciones y de repente es necesario hacer hincapié en algún jugador más que en otro. Lógicamente, si los referentes se encolumnan detrás de una idea, la cosa se puede cambiar más rápido.
- DP: ¿Qué va a pasar con los refuerzos?
- ODF: Si no viene ninguno nos vamos a arreglar, y si viene alguno también. Hay buenos jugadores y estoy seguro de que este equipo todavía puede dar mucho más. La pretemporada nos va a venir muy bien.
- DP: ¿El objetivo es ascender o importa la ubicación?
- ODF: El objetivo es lograr el ascenso para volver a Primera, pero si es primeros, mejor.
"OLÉ"
- ODF: En realidad uno trata de volcar lo que piensa de acuerdo a los jugadores que tiene y, a partir de ahí, se empieza a trabajar en lo grupal. Entonces aparecen las reacciones y de repente es necesario hacer hincapié en algún jugador más que en otro. Lógicamente, si los referentes se encolumnan detrás de una idea, la cosa se puede cambiar más rápido.
- DP: ¿Qué va a pasar con los refuerzos?
- ODF: Si no viene ninguno nos vamos a arreglar, y si viene alguno también. Hay buenos jugadores y estoy seguro de que este equipo todavía puede dar mucho más. La pretemporada nos va a venir muy bien.
- DP: ¿El objetivo es ascender o importa la ubicación?
- ODF: El objetivo es lograr el ascenso para volver a Primera, pero si es primeros, mejor.
"OLÉ"
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