Para muchos, con ella se fue la exigencia. Otros prefieren recordarla como la cuna eterna del Rey de Copas, donde Independiente dio más de diez vueltas olímpicas. Un 8 de diciembre, pero de 2006, despedíamos a la Doble Visera de cemento. El primer estadio construido íntegramente por dicho material en Sudamérica.
“El tren de maní”, “el sector Sande”, “La Erico que siempre pidió más”, “el Codo”, “La visitante incómoda”, y así podríamos seguir recordando sectores y anécdotas de la Doble Visera de cemento. El estadio de Independiente hasta el 8 de diciembre de 2006, donde tristemente fue derrumbado para construir un proyecto interminable.
Al margen de cualquier frase recordatoria, vamos a lo que nos gusta. Porque en Alsina y Bochini, Independiente ganó los torneos nacionales de 1938, 1948, 1963, 1967, 1971, 1978, 1983 y 1994. Y en lo que respecta a la línea internacional, fueron: Libertadores 1964, 1972 y 1984 y Supercopa 1994.
Varios sostienen que la verdadera exigencia, la que también hizo grande al club, se fue de la mano de la Doble Visera. Otros prefieren recordarla y reivindicarla como el verdadero templo del fútbol nacional.
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