martes, 21 de mayo de 2013

Contra Boca, Unidos pero sin Farías.

Si bien Brindisi intentó bajarle los decibeles, el delantero se negó a jugar mañana por la Copa Argentina. Crónica de un final anunciado.



 

Pareciera que Ernesto Farías ya no mide las consecuencias de su accionar. No le importa el qué dirán. Sabe que cada decisión será sometida a juicios de valor y despertará repercusiones de toda índole y calibre, pero a esta altura del partido no le interesa si sus determinaciones entran o no en el terreno de lo políticamente correcto. Por eso no titubeó cuando le propusieron viajar a Resistencia para jugar mañana ante Boca Unidos y despachó el compromiso con contundencia. “No viajo”, sentenció ante la incredulidad del cuerpo técnico y sus compañeros.

Miguel Brinidisi quería darle rodaje contemplando que ya no tiene lugar en el equipo titular, pero el delantero prefirió quedarse en Buenos Aires para trabajar junto a aquellos jugadores que se entrenarán hoy y mañana en Ezeiza. “Farías está haciendo trabajos en el gimnasio y no lo favorece cortar con estas rutinas, por eso no viajará”, explicó Brindisi en La Red. Fiel a sus códigos, el DT prefirió soslayar cualquier foco de conflicto en tiempos convulsionados.

Seco, distante, inexpresivo, Farías suele ser un hombre de pocas palabras. En esta oportunidad no hacía falta buscar explicaciones porque su decisión en sí no parece fundamentarse bajo argumentos concretos y razonables. El goleador sabe que el final de su estadía en Independiente es inexorable. Su vínculo contractual caducará el 30 de junio y los dirigentes no piensan en renovarle. “El Tecla se transformó en un símbolo del club y queremos que se retire acá”, había asegurado Javier Cantero en más de una oportunidad. Su opinión pegó un giro drástico en los últimos meses.

“A Farías voy a tratar de recuperarlo. Es un gran goleador y es imposible que se haya olvidado de cómo hacer goles”, expresó Brindisi en la antesala de su asunción. El técnico lo puso desde el arranque ante Rafaela y Argentinos (salió en el entretiempo), pero ante la falta de respuestas del 9 y la reticencia de los hinchas la situación se tornó insostenible.

Sus días en el Rojo están contados...

No hay comentarios:

Publicar un comentario