jueves, 21 de noviembre de 2013

"Es un partido aparte"

Walter Busse y Javier Báez, pilares de Defensa y Justicia, recuerdan su conflictiva salida de Independiente, el próximo rival del Halcón.





Si el profesionalismo tiene como requisito intrínseco dejar de lado los sentimientos hacia un club, el amor por los colores sobrepasa ampliamente el accionar de alguien ligado a esa misma institución (en este caso, entiéndase una Comisión Directiva). Lo reflejan con fiereza Walter Busse (26 años) y Javier Báez (23), quienes comparten estar a cargo del flanco derecho de Defensa y Justicia, y su pasado por Independiente, dueño de sus pases y el próximo rival del Halcón. Así, no cuesta mucho entender las palabras de ambos en la previa al partido del sábado.
-¿Cómo viven enfrentarse contra el Rojo? -Busse: Viví muchos momentos lindos en el club, peleamos dos torneos y salimos campeones de la Copa Sudamericana.
-Báez: Es especial y raro. Estuve 13 años. Me dio todo y me formó como jugador, pero ahora me toca enfrentarlo. Van a querer venir a robarnos puntos.
-Igual, más allá de los sentimientos, está el ascenso en juego...
-Busse: Uno es un profesional y ahora me debo a Defensa. Tenemos que hacer nuestro trabajo. Le queremos ganar, obvio.
-Báez: Soy hincha de Indepéndiente y vivo hablando del club, pero yo siempre voy por los tres puntos.
-Si les toca convertir, ¿festejarían el gol? -Báez: Jamás en mi vida le gritaría un gol a Independiente. No puedo hacerlo.
-Busse: Yo tampoco. Es un club que me formó como jugador y al que siempre le voy a estar agradecido.
El jocoso tono de las respuestas cambia en un santiamén. Modifica las facciones de sus rostros un tema: su salida del club de Avellaneda. Y el descargo no tarda en hacerse ver...
-Busse: Tenía la ilusión de quedarme porque ya había jugado en la BN con Huracán. Hice la pretemporada y dos días antes de que cerrara el libro de pases me dijeron que iba a ser el quinto volante en mi posición y que debía buscarme club. Fue algo muy feo.
-Báez: Me fui mal y voy a tener un partido aparte. Volví del préstamo de Instituto (en la 12/13), donde había jugado mucho, y los dirigentes me dijeron que no me conocían, que no sabían dónde había estado.
Ya con la catarsis hecha, la desfachatez invade a los jugadores. Y Busse revela el pedido para que los suyos levanten el pie del acelerador que le hicieron Facundo Parra y Fabián Assman en un cruce casual; mientras que Báez tira que trocará la camiseta con Julián Velázquez, amigo de las Inferiores. El remate tiene final feliz: el agradecimiento de Walter por el clásico contra Racing que Javier le hizo ganar por su gol (Ap. 2010). El desenlace ideal para un encuentro con rótulo de histórico.

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